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21 jun 2015

Matrimonio ¿Pasión o hábito?

Es bastante tarde, hay muchos zancudos aquí en casa pero, tengo ganas de escribir.

Hace rato estuve con mi madre preparando el regalo para mi padre, ya que aquí ya es Domingo y es el "Día del Padre". No sé como pasó pero llegamos al tema de embarazos y le pregunté a mi madre, toda curiosa si en verdad deseaba a mi primer hermano, o sea, si lo había planeado o algo así. Me dijo que no, que no lo había planeado y que lo tuvo muy joven (19 años); pero que era feliz, feliz por todos nosotros, por disfrutarnos, por vernos crecer. También hablamos de mi padre y ahí es mi tema principal de mi relato.

Me contó con un poco de amargura, supongo también costumbre, que mi padre no es, ni será cariñoso con ella (en verdad, eso es cierto, mis padres son como el yin y el yang, agua y fuego, sol y lluvia; ella es tan alegre, vivaz, divertida, cariñosa y él (mi padre) es tan serio, poco cariñoso, poco expresivo), su forma de cómo lo dijo y siguió contándolo me rompió el alma, era de una mujer que como todas (contándome) necesitaba cariño, más atención, amor, la idolatría que todo esposo lo tiene por su mujer. 

Yo sé que él la quiere, la ama, la adora y mucho pero como varios hombres y yo creo que hasta con pensamientos machistas, él no le demuestra ese amor. Mi madre siguiendo con la charla me dijo que mi padre un día, estando no tan sobrio le dijo "¿Sabes?, yo no te digo que te amo o te quiero abiertamente, porque a mi me enseñaron que si tú expresabas abiertamente eso a tu esposa, pareja o mujer, ella se te iba a subir a la cabeza y te tratará como una media". Es algo bastante machista, ¿no Ma? - le dije. Ella solo captó a hacer un gesto de "que será hija mía, así es él". Me sentí miserable, miserable por ella, por cómo ella se sentía en este matrimonio. Sentí ese vacío que ella me expresó en ese momento, esa costumbre, esa rutina. 

Y me dijo esto, "Hija mía, por eso, quiero que ustedes (mis hermanos y yo) encuentren a la pareja ideal, a la pareja que los entienda, que sean felices juntos, cariñosos, que sea su media naranja, para que no sientan ese vacío que luego de muchos años de matrimonio se puede sentir".

Me dio ganas de llorar, me dio ganas de ir donde mi padre al cuarto, levantarle y decirle que trate a mi madre como se merece, al menos que le dé ese amor que ella tanto anhela, esa atención, esa pasión. Pero no pude, me quedé sentada reflexionando, mientras que mi madre subía el volumen de la televisión y revisaba la programación como si esta conversación quedara finalizada, y así fue.

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